El Comercio Justo asegura la protección de los derechos de la infancia
Nota prensa de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo
El 20 de noviembre se celebra el
Día Mundial de los Derechos de la
Infancia
El Comercio Justo asegura la
protección de los derechos de la infancia
20 noviembre 2012- Con motivo del 20 de noviembre, Día Mundial de los Derechos de la Infancia , la Coordinadora Estatal de Comercio Justo (CECJ) recuerda que en la producción de artículos de
este sistema comercial alternativo no se explota a niños y niñas. De esta
manera, las organizaciones de Comercio Justo destacan la importancia de conocer
la procedencia y condiciones en las que se han elaborado los artículos que consumimos
y, de esta manera, evitar situaciones que violan los derechos de la infancia.
El
último informe de la Organización Internacional de Trabajo afirma que 215 millones de niños y niñas trabajan en
todo el mundo, lo que perjudica su desarrollo y el ejercicio de sus
derechos fundamentales como la educación, la salud o el juego. Asimismo, más de
la mitad lo hacen en condiciones de peligro, forzosas o de esclavitud. Aunque la
cifra se ha reducido un 3% entre 2004 y 2008, el organismo menciona su preocupación
de que la crisis económica global pueda frenar este pequeño avance.
La
cosecha del café es uno de los sectores en los que suelen ser empleados niños,
según destaca la
Coordinadora Estatal de Comercio Justo. Se estima que aproximadamente
un 10% de quienes trabajan en dichas plantaciones son menores. Su número y la
dureza de las condiciones de trabajo a las que son sometidos (peor o nula
remuneración, tareas ingratas, jornadas de hasta 12 horas) aumentan
especialmente durante la época de recolección de las cosechas.
Ante
ello, el Comercio Justo establece como uno de sus principios fundamentales la
ausencia de trabajo infantil y forzoso en sus grupos de producción. En dichas entidades,
adheridas a la Convención
de Naciones Unidas sobre los Derechos de la Infancia , se asegura que ningún menor realiza tareas
que interfieran en su educación, dañen su salud o afecten a su bienestar. De
esta manera se favorece el adecuado desarrollo de los niños y niñas y, por
tanto, el de su comunidad. Por otra parte, muchas de las organizaciones
productoras de Comercio Justo llevan a cabo proyectos educativos
(escolarización, construcción o mejora de escuelas, becas, etc.) financiados
con los beneficios extra obtenidos de la venta de sus productos.
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